Estamos rodeados de publicidad. Desde que nos despertamos y ojeamos las redes sociales en el móvil, hasta que salimos de casa y nos encontramos con todo tipo de carteles, rótulos y vinilos publicitarios. Pero, ¿cuál es el verdadero origen del cartel publicitario en España?
Antes de nada, ¿qué es el cartel publicitario?
El cartel publicitario nació como una técnica para difundir información y llegar a un gran número de personas sin tener que hacer una gran inversión.
Y aunque este tipo de publicidad se usaba ya en la Antigua Grecia y el Imperio Romano, no fue hasta el siglo XV, con el descubrimiento de técnicas de reproducción de la imagen como la xilografía y la imprenta, cuando el cartel publicitario como lo conocemos hoy en día comienza a tener una gran relevancia.
La evolución de las artes gráficas permitirá que los carteles de publicidad obtengan unas excelentes cotas artísticas, resultando objeto de interés de artistas de gran reconocimiento como Gaudí o Toulouse Lautrec.
En Rótulos Azacayas llevamos desde 1960 aplicando a nuestros productos los materiales más adecuados, los medios técnicos más avanzados y los mejores recursos humanos. Somos especialistas en carteles y rótulos en Granada.
El origen de los carteles publicitarios
En el año 1477 William Caxton edita en Inglaterra el que fue el primer cartel publicitario “moderno” destacando las bondades de unas aguas termales. En Francia se realizaría el primer cartel ilustrado algunos años después, en 1482. En este caso se trata de una obra de Jean du Pré.
En Alemania, el artista Albretch Altdorfer realizó el considerado primer cartel artístico de la historia, el cual anunciaba un juego de lotería.
En España, el cartel publicitario empieza a cobrar una mayor importancia durante la República y la Guerra Civil, ya que ambos bandos utilizan el cartel político como medio de difusión de propaganda.
Aunque hasta 1763 no aparece el que se considera cartel de publicidad más antiguo conocido en nuestro país. Este se imprimió en Sevilla y anunciaba una corrida de toros.
El cartelismo comercial y político adquirió un gran desarrollo en España a partir del siglo XIX, con las técnicas de impresión más innovadoras. Si nos fijamos en el ámbito artístico, destacan las obras de Ramón Casas, influenciado por el francés Toulouse Lautrec.
En el bando republicano de la Guerra Civil Española surgió el ‘realismo expresivo’, muy influido por el cartelismo soviético.
En el ámbito de la propagada política destacaron también las figuras pintadas a gran tamaño (gigantografías) que se asociaban a las exigencias del culto a la personalidad del líder providencialista: Mussolini, Stalin, Franco, Mao Tse-Tung.
En la Segunda Guerra Mundial, el cartel quedó en un plano más secundario por la mayor función propagandística de la radio y el cine. Finalmente, con el desarrollo de la televisión comercial, que se convirtió en el mayor canal publicitario de la sociedad de consumo, se aceleró el declive del cartel clásico.
Carteles publicitarios, una potente herramienta de marketing que se mantiene en la actualidad
Antes, durante la depresión de los años treinta, los estudios de marketing añadieron sus hallazgos a la configuración cartelística para actuar sobre los hábitos de los ciudadanos. El cartel se consideraba ya como una producto creado por ingenieros de las emociones, orientado hacia la persuasión social.
De esta manera, se fue convirtiendo en un potente instrumento de marketing que propiciaba conductas consumistas. A día de hoy las empresas siguen valorando la fuerza y eficacia de esta herramienta de publicidad, que sirve de apoyo a las campañas publicitarias multimedia. De ahí que vivamos rodeados de carteles y rótulos de publicidad, aunque muchas veces ni seamos conscientes de ello.
Añade un comentario