¿Quién no conoce el mítico Toro de Osborne u otros letreros famosos como el de Tío Pepe? Son algunos de los letreros de empresas que hicieron historia en España. Tanto por su antigüedad, como por su historia y las localizaciones en las que podemos encontrarlos. Además, destaca el reconocido cartel toro España y el icónico tío pepe que han dejado una huella imborrable en el panorama publicitario del país.
Como empresa especialista en rótulos para negocios en Granada nos apasionan estas historias. Cada día damos lo mejor de nosotros para que los carteles y rótulos de las empresas para las que trabajamos alcancen la mayor popularidad y alcance posible.
La historia del Toro de Osborne
Como ya habrás podido comprobar por ti mismo viajando por España, el Toro de Osborne es un cartel publicitario con la silueta de un toro de lidia. Sus espectaculares medidas, de catorce metros de altura, lo hacen ideal como valla publicitaria de carretera.
Lo que muchos no saben es que detrás de este gran toro existía la intención de promocionar el brandy de Jerez Veterano del Grupo Osborne. A día de hoy podemos encontrar estos ejemplares en las carreteras de toda la geografía española. Aunque más que como letrero de empresa, el Toro de Osborne se conoce como un símbolo de la cultura más tradicional de España.
El Cartel de Schweppes, en la céntrica calle de Madrid
Otro de los letreros de empresas que hicieron historia en España es el de la marca Schweppes en Madrid. La empresa colocó este rótulo en el año 1972 en Madrid, en el edificio Carrión, en una de las calles más famosas de la capital, la Gran Vía. Destaca por ser reconocido como el letrero de neón más famoso de Madrid, un ícono de la publicidad luminosa en la ciudad.
En su tiempo, este letrero comercial se convirtió en una auténtica revolución, no sólo por su posicionamiento y su tamaño, también por estar diseñado con un llamativo estilo Art-deco. Pero su gran popularidad creció a una llamativa escena de la película ‘El día de la bestia’, dirigida por Alex de la Iglesia.
El rótulo de Scheppes está compuesto por 104 neones de diferentes colores, que se encienden y apagan gracias a un sistema informático en distintas fases. Solo contando el peso de las propias letras estamos hablando de casi cien kilos.
Detrás de este cartel luminoso se encuentran las habitaciones con mejores vistas de la Gran Vía de todo el Hotel Vincci Capitol; las número 1102 y 1002.
El Rótulo de Tío Pepe, entre los letreros que hicieron historia
También en Madrid, concretamente en el centro, sobre el Hotel París, encontramos otro de los letreros de empresas que hicieron historia en España: El rótulo de Tío Pepe. Este emblemático rótulo, instalado en el año 1935, es reconocido como el letrero de España por excelencia, siendo un símbolo icónico de la publicidad en el país.
Dado que se colocó en el año 1935, este cartel cuenta con una larga historia, sobreviviendo incluso a la Guerra Civil Española. Destaca por ser el cartel tío pepe carretera más famoso de la historia publicitaria española.
La inauguración de este cartel coincidió con el centenario de la Bodega Tío Pepe, aunque en su origen podía verse una copa de jerez con la frase: Vino, jerez y coñac.
Actualmente, el diseño consta de una botella vestida con chaquetilla y sombrero, junto a una guitarra con la marca Tío Pepe. Éste se mantuvo hasta el año 2006, cuando el Hotel París cerró sus puertas. Ya que el posterior dueño del nuevo edificio no estaba de acuerdo en volver a instalar el rótulo.
Pero tras una gran movilización ciudadana y recogida de firmas para pedir la vuelta del cartel a la Puerta del Sol, el rótulo de Tío Pepe volvió a ver la luz en el año 2014. Aunque esta vez lo hacía en el techo de un edificio diferente; en el número 11 de la emblemática plaza frente a la Real Casa de Correos, en su ubicación original instalado en 1935.
Actualmente el mercado de los letreros luminosos sigue en auge por las grandes ventajas que estos carteles presentan. Entre otras cosas, por su equilibrio entre calidad y precio; la visibilidad que consigue las 24 horas del día; y por su resistencia a las inclemencias y el paso del tiempo.
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